Bueno chicos y chicas, este curso
tan extraño se ha terminado. Me hubiera gustado despedirme de vosotros de otra
forma, pero la “nueva normalidad” no nos lo ha permitido. Os escribo estas
palabras para deciros que habéis sido unos auténticos campeones, a un héroe se
le reconoce porque es capaz de hacer acciones extraordinarias, y vosotros sin
duda las habéis hecho.
Como maestro me hubiera gustado
que la mejor lección de vuestra vida os la hubiera dado yo, pero creo que ha
sido la propia vida la que os ha dado la oportunidad de que aprendáis muchas
más cosas de las que cualquier persona os hubiera podido enseñar: empatía,
solidaridad, humanidad, paciencia, esfuerzo, compromiso, superación… tantas y
tantas cosas, que os puedo asegurar que os marcarán para el futuro.
Para mí habéis sido una parte muy
importante en este confinamiento, una ventana que me ha
permitido asomarme a respirar aire fresco siempre que lo he necesitado, hemos estado lejos pero os he
sentido muy cerca. Ha sido muy duro pero a la vez muy gratificante. Queráis
o no todos vosotros/as ya formáis una pequeña parte de mí, y espero que yo de
vosotros/as. Os voy a echar mucho de menos, mis chicos y chicas de la pandemia.
Mis héroes.