martes, 2 de mayo de 2017

Burgos

Es el templo gótico español por excelencia y sin duda uno de los grandes monumentos del Camino de Santiago. Se puede decir que Burgos tiene dos catedrales adheridas una sobre otra, la primera del siglo XIII y la segunda del siglo XV. La Catedral gótica está asentada al final de la falda del cerro del Castillo, orientada de sudoeste al nordeste, en el solar ampliado que ocupó la anterior catedral románica de Alfonso VI (1065-1109). Pusieron su primera piedra el obispo D. Mauricio (1213-1238) y Fernando III el Santo, rey de Castilla y León, el 20 de julio de 1221. La obra avanzó con una gran rapidez: en 1238 el Obispo Mauricio pudo ser enterrado en el ábside, y la consagración del templo se produjo en 1260. Se desconoce el nombre del maestro que proyectó el nuevo edificio, aunque en alguna ocasión se ha apuntado la posibilidad de que fuera uno de los discípulos del Maestro Ricardo, arquitecto de Las Huelgas, ya que se advierten influencias normandas. El proyecto original era una planta de tres naves, tal y como se habían resuelto las catedrales de Sigüenza y la de Cuenca, con crucero resaltado en planta al que se abrían capillas laterales. 

Su diseño básico es una cruz latina que da lugar a tres naves y una girola. Desde su interior se accede a 14 capillas, construidas entre los s. XIII y XVIII; a las que hay que añadir otras 4, de los s. XIV-XVI, que se abren al claustro alto. 

Los primeros artífices anónimos imitaron modelos del gótico francés (Amiens, Bourges, Coutances, Chartres, París y Reims). Tanto ellos como otros posteriores de origen germano, flamenco y de diversa proveniencia hispana, dieron aquí a sus obras un peculiar tono de sencilla elegancia castellana, bajo la dirección del Cabildo catedralicio. El resultado es que la catedral de Burgos reúne la rica variedad de formas que aparecen sucesivamente en los siglos XIII, XIV, XV y XVI.

 Gisela

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